¿Por qué los vinos del Marco siempre tienen tan buenas puntuaciones? 

18 enero 2024

Es ya una tradición que al cierre de la Guía Peñín, cuando calculamos las puntuaciones medias de las zonas productoras españolas, dos denominaciones de origen diferentes pero que recogemos de forma agrupada en la Guía sean las más puntuadas de todo el Manual. Tal es el caso de Jerez y Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda y así es cada año, irremediable e invariablemente.

¿Por qué es así? Los vinos del Marco poseen en cierta medida la invariabilidad en su ADN, al menos así es en su último periodo de vida, la época moderna del vino de Jerez. Realmente no es una invariabilidad absoluta, pues los vinos y sus zonas de producción se mueven. Lo hacen tan lentamente que a ojos del espectador parece que se mantiene estática, en su grandeza, pero estática. No es el único aspecto que parece inalterable al paso del tiempo. La lucha por trasladar la calidad y singularidad de estos vinos al gran consumidor sigue viva e igualmente inalterable. A pesar de los cambios vividos, no menores por otra parte; el reencuentro con la importancia del viñedo y sus identidades tras décadas de olvido, la proliferación de vinos con vocación formativa a nivel de crianza y envejecimientos, y a pesar del rescate de tesoros vínico ocultos en los recovecos de las bodegas históricas, el consumo del vino de Jerez y de la Manzanilla de Sanlúcar no termina de estar donde debe estar. Y así es desde hace demasiado tiempo.

El método en Jerez, una herramienta más

Siempre hemos defendido la importancia y la determinación del método en los vinos del Marco. Métodos de elaboración tradicional, un legado cultural inmenso y apasionante, que marca de manera indeleble el estilo de los vinos de este rincón de España. Sin embargo no es el único agente modelador. Los suelos también son una parte importante, y su impronta se va notando cada vez más en aquellos vinos en los que no se abusa del método y los matices que éste aporta. Es ahí donde un catador puede ver más claramente la influencia del suelo y de sus múltiples tipologías, a través de texturas más granulosas, envolventes, verticales u horizontales. Sin embargo, es imprescindible que el método sea controlado de tal forma que no empañe esta visión que está ahí, aunque a veces no la podemos ver. 

Hablamos de crianzas dinámicas, mezclas de cosechas, de crianzas biológicas y oxidativas, que pasan por el tamiz de la escala de botas para terminar de encontrar un producto “homogéneo” en cuanto al estilo de la casa, y grande como él solo en cuanto a su capacidad de hablarnos del tiempo. 

Su éxito se basa en el diálogo que el vino mantiene con el tiempo, en una relación imperecedera, expresiva y muy compleja.

Así es como podemos ver como la solera que cada año embotella determinada bodega, y que es alimentada regularmente, vuelve a brillar con luz propia en cada nueva cata de la Guía Peñín. ¿Cuál será el límite de estos vinos?

Punto de inflexión

La magia de Jerez está, como se puede observar, viva año tras año. Es complicado crecer en calidad en los vinos clásicos de Jerez y Manzanilla, aunque no imposible. Y no es ahí donde esperamos que la zona marque un punto de inflexión. La vía de crecimiento será la de los vinos tranquilos, vinos con el carácter del sur grabado a fuego en sus botellas, que nos trasladarán a este rincón a través de crianzas biológicas y oxidativas menos dominantes, o incluso sin ellas, buscando resaltar el carácter salino de los vinos y su fondo calizo y afilado. 

El suelo tiene que hablar con más nitidez, y este diálogo que ya vemos en algunos vinos servirá de revulsivo para la zona, tanto en el precio de la uva como en la elaboración de vinos con un estilo zonal y un carácter calcáreo característicos.

Todo esto permitirá al consumidor disfrutar de un vino sin las sensaciones añejas que quizá sean el freno para que el consumidor más joven se adentre en estos estilos. La búsqueda de la captación de nuevos públicos ha empezado y el punto de partida serán estos vinos y la Denominación de Origen que, si todo va bien, conoceremos en 2025 y que por fín permitirá proteger territorialmente este tipo de elaboraciones. 

Catando los Vinos del Sur

Precisamente esta semana nos encontramos catando algunos de los grandes vinos del Sur, tanto los vinos de las denominaciones de origen Jerez y Manzanilla, como vinos de la Tierra y Vinos de Mesa que se han embarcado en  la producción de estos vinos especiales de añada. Nuestro siguiente post tratará de acercarles de forma precisa la forma de trabajar que tienen estos elaboradores “rupturistas” que están consiguiendo marcar el rumbo de dos denominaciones con tanta trascendencia histórica como las que hoy nos han traído aquí, pero que por los vericuetos legales y por la pereza de tener que cambiar reglamentaciones en históricas denominaciones de origen trabajan de forma aislada y unipersonal bajo sellos genéricos de indicaciones de origen.

Próximo post: La gran oportunidad de crear una DO de ensueño en el Marco de Jerez

    Escrito por Carlos González, director de la Guía Peñín
    Escrito por Javier Luengo, director editorial de Peñín