Wine Future 2021 y el congreso virtual

1 marzo 2021

La tercera edición del congreso internacional Wine Future 2021 ha llegado a su fin tras cuatro días de intensas charlas entre profesionales de muy diversas materias. Cerca de 100 panelistas participaron la semana pasada en un congreso que, por primera vez, ha tenido que trasladarse de un lugar físico, como ya hizo en Logroño y Hong Kong, a uno virtual, en medio de la pandemia que azota al mundo.

La obligación de hacer este evento como un encuentro virtual nos ha enseñando muchas más cosas de las que planteaba inicialmente el congreso. Los panelistas participantes tenían por delante la ardua tarea de afrontar muchos de los temas candentes en torno al vino y sus retos, como el efecto del Covid en el sector, las transformaciones en el consumo, el crecimiento de los obstáculos comerciales en el mundo, el cambio climático y sus efectos, la sostenibilidad en el vino…, en un formato de encuentros de 45 minutos, donde varios profesionales debatían entre ellos cada uno de estos temas.

Como es habitual en estos congresos, las expectativas son siempre mucho más ambiciosas que la realidad: dar respuesta a todos los temas de mayor trascendencia para el vino. Nadie se habrá sentido frustrado por no haber podido resolver los enigmas de las materias tratadas, nunca se responden del todo, y es que esto no ha sido lo más trascendente.

Capacidad de resolución de problemas

Termina Wine Future dejando tras de sí un importante puñado de enseñanzas muy valiosas. La más importante de todas es la capacidad que tiene el ser humano de resolver los problemas. Lo acabamos de ver recientemente con el descubrimiento en tiempo récord de varias vacunas contra el COVID. Los investigadores de medio mundo pusieron toda su inteligencia y conocimiento a trabajar de forma común para avanzar en el estudio del virus, haciendo posible lo imposible. Y para que todo esto pudiese ocurrir hacía falta una herramienta fundamental, la tecnología. Que haya sucedido algo así en torno a la salud mundial y en tan poco tiempo nos ha de permitir ver que también es posible transformar la realidad de cualquier otro sector.

Y así es como empezó este Congreso Internacional, con la posibilidad de llegar a cualquier rincón del mundo y de sentar a hablar a profesionales de diferentes materias, nacionalidades y perfiles. Y no sólo eso, sino también permitiendo que la gente pudiera presenciarlo y participar desde sus salones u oficinas, sin necesidad de viajar.

Wine Future 2021 panel 2

A lo largo de estos cuatros días hemos visto que los problemas del vino no son individuales. Todos luchamos de alguna manera contra los mismos fantasmas. Lo que nos parecía un mal propio era igualmente reproducible en otro rincón del planeta. Las soluciones de unos pueden servirnos de ayuda a nosotros si sabemos interpretar los datos y adaptarlos. La importancia de esta información es un factor de gran relevancia, como se dejó bien patente en la charla sobre estrategia, análisis e investigación de datos. En este evento pudimos escuchar a gente que tiene, no solo una larga trayectoria profesional en el mundo del vino, sino que de una forma u otra ha vivido experiencias trascendentales en torno al vino, unas plagadas de errores, otras de aciertos, que nos pueden ayudar en el futuro.

Comunicación más accesible

Wine Future 2021 ha sido organizado por el periodista y divulgador americano David Furer y el español Pancho Campo, ex tenista profesional, promotor de conciertos y organizador de eventos, una persona que no deja indiferente a unos y otros. Lo cierto es que Pancho Campo es una persona ágil, inquieta y con ambición, ingredientes que le han permitido crear este tercer congreso en el momento justo y en el formato idóneo, para revelarnos que la comunicación es hoy más accesible y necesaria que nunca. Hay que reconocerle a Pancho el mérito que tiene acercar el mundo del espectáculo a un sector tan clásico como el del vino, algo que necesitamos con urgencia para llegar a todos los públicos y consumidores de una forma más sencilla y desenfadada.

El mundo interconectado es capaz de todo, ya lo hemos visto. Ahora nos falta interiorizarlo, desarrollarlo y exigirlo en cada una de nuestros sectores para poner en funcionamiento la gran máquina que es el ser humano.

    Escrito por Javier Luengo, director editorial de Peñín